Hoy día 28 de abril, no he podido evitar que mi mente volase a Holanda, a los recuerdos del año que pase literalmente rodeada de tulipanes y focas. No solo porque se acerque la fiesta nacional holandesa, ese Koninginnedag, que consiste en celebrar el cumpleaños de la reina de Holanda vistiendo de naranja y bebiendo cerveza y estando en la calle, escuchando música en directo y más cosas legales e ilegales, vamos una excusa para liarla. ¿Os imaginais algo parecido aqui por el cumpleaños de nuestro monarca? Es impensable y menos ahora en el momento de menos popularidad del colega asesino de paquidermos, ayyyy que mania le he cogido al tio!!
Bueno no quiero desviarme, porque lo que me ha traido los hermosos recuerdos holandeses no ha sido eso si no un trozo de sushi, sí, eso justo, ¿y que tendrá que ver? Pues os cuento hoy he ido a probar un local de Sushi nuevo de al lado del trabajo y queria comprar para traer a casa y comer con 73 al medio dia. Había unos trozos que no he sabido reconocer, de que pescado se trataba y la chica me ha dicho que era anguila y que era delicioooooosaaaaa!!! Era rara pero hemos dicho adelante, y cuando en casa lo he probado pues el sabor me ha traido a la cabeza la cara arrugada y y curtida de Maindert el tipo duro pero dulce que trabajaba conmigo en Holanda, el hombre que vivía en un barco y tenia unos hermososo y dulces ojos azules y que era grande como una torre y fuerte como un oso y que tenia muuuchos secretos, entre ellos que era el amante de mi amiga Marianne Matinaud, esa chica francesa bella y refinada que tambien lo guardaba en secreto, menos conmigo y no dejaba de sorprenderme esa relación secreta entre dos seres tan diferentes. Maindert fue la primera persona que me dio a probar la anguila ahumada, plato oficial holandés junto con los arenques. Maindert pelaba la anguila arrancandole la piel con sus manos negras, tenia esas manos que aunque esten limpias tienen rayas y uñas negras. Despues comiamos la anguila a mordiscos llegando con la boca hasta la espina y la verdad no estaba mal. Alli estabamos un israelita, una francesa y yo comindo anguila a bocados con una panda de vikingos modernos que se reian de nuestras caras pero generando un ambiente muy agradable. Maindert también fue el que me ayudo cuando tuve mi pequeño accidente con Ringo, la foca malvada que decidió llevarse un trocito de mi mano por delante. Cuando volvía del hospital con una venda muy mal puesta Maindert me pidió que le enseñara la mano y se fue corriendo a su barco. Me dijo que el medico no lo había hecho bien del todo y debia tener razón porque a pesar de todo la herida seguía sangrando y como sabeis las mordeduras no se pueden coser pero eso estaba muy abierto y me fié de Maindert, el era el que bregaba con las focas mas grandes y peligrosas, tenía un millón de cicatrices y al fin y al cabo mi herida la había hecho un bebé de foca gris, eso si, con muy mala leche. Maindert volvio de su barco con un montón de cosas. Metio mi mano en una palangana con betadine y soda, la herida tomo una pinta muy fea y se tiño de marrón, la saco un rato, secó bien los bordes y me puso unos puntos de aproximación perfectos!! La herida dejo de sangrar y en menos de 48 horas empezaba a cicatrizar, si miro mi mano aun puedo acordarme de Maindert y lo bueno que fue conmigo, me dijo "Your first Bite" con una sonrisa en la boca como si estviese orgulloso de su pupila y me hizo sentir bien, por primera vez en todo el dia. Pero las anguilas, me traen más recuerdos. Las visitas a las granjas de anguila viva, los sitios más underground y terrorificos que he visitado en mi vida. La primera vez creo que fui con kitty otra compañera, Dios mio que sitio mas terrorifico, oscuro, humedo. El escenario perfecto para una pelicula de asesinatos en serie y alli dentro de la nave oscura contenedores con anguila viva de distintas tallas. Nos llenaban nuestras tinas con anguila mediana, se pesaban y nos marchabamos de vuelta con 6 u 8 bidones llenos de peces-gusano agua salobre y moco. Las anguilas eran necesarias en la ultima fase de recuperación del las focas donde se les alimentaba con pescado vivo para comprobar que eran ya capaces de cazar antes de ser liberdas de nuevo al mar. Cuando llegabamos al centro llenabamos unas bañeras con anguilas y poniamos un aireador, las bañeras estaban en habitaciones oscuras con una luz roja y nosotros teniamos que ir a llenar cubos con esas anguilas para alimentar a las focas y a veces podiamos cogerlas con un colador pero a veces no quedaba más remedio que en esa habitacion oscura y roja a la vez, remangarse y meter las manos en la bañaera e intentar coger 10 o 12 peces gusano envueltos en una especie de moco que segregaban y que los hacia resbaladizos y dificiles de atrapar, se escapaban entre tus manos y más de una vez salpicaban moco biologico a tu cara. El destino no era muy bueno para ellas, las echabamos en las piscinas,badjes, y esperabamos a que las focas quisieran comer o jugar con ellas, no era un final muy feliz para las anguilas. Vamos que ser anguila en Holanda no es ningún chollo. Y despues de pensar todo esto en 1 minuto, le doy otro mordisco al sushi de anguila y..... definitivamente no es para mi, pero que feliices recuerdos!!
