viernes, 20 de febrero de 2009

El infierno pasa por la sala A


Se que debo un final, que una historia sobre Roma ha quedado inacabada, pero acabará, eso lo prometo. Pero esto no puede esperar, no lo puedo, mas bien no lo quiero dejar pasar. Podriamos escribir un guión de una película de terror con la experiencia que vivimos entre el miercoles y jueves pasado en un hospital de cuyo nombre no quiero acordarme, ( pero era el Clinico San Carlos de Madrid).
Por una mala pata , y/o exeso de precaución, una amiga íntima acudió a urgencias al susodicho hospital, y no es el "suplicio" que mi amiga sufrió alli el objeto de mi indignación ( aunque mi teoría es que ha soportado una semana de ingreso gracias a una ineptitud del personal sanitario), si no más bien el horror que se vivía en esa sala de urgencias llamada Sala A. Tengo que revisar La Divina Comedia de Dante pues estoy casi segura que alguno de sus infiernos más profundos se llamaba asi. El caso es que nos encontrabamos en una sala de urgencias de medicina interna, a la que como su nombre indica iban todos los que tenian algun mal por dentro del cuerpo, es decir que no se veia con lo cual podiamos encontra afecciones de distinta indole y orgien, desde enfermedades tropicales, Alzehimer,lupus y un etc del que prefiero no ser consciente porque vaya usted a saber con que organismos microscopicos habremos compartido estancia durante unas largas horas,si, definitivamente perfiero seguir en la ignorancia a este respecto.


El caso es que en dicha sala la media de edad de los pacientes superaba los 70 años y muchos de los "accidentados" no podian valerse por si mismos, y en caso d eque pudiesen necesitaban igualmente asistencia, pues la afluencia de camillas era un laberinto tal que no les permitia si quiera moverse para ir a orinar.

En dicha sala a su vez se encontraba un sin numero de personal Sanitario de distinto rango que bien se encargaban ellos de dejar claro, en la distribución de tareas.

Había estudiantes; que estudiaban, el mesa central a voz en grito fotocopiaban los apuntes y hacian lo que todos hemos hecho alguna vez en el instituto, facultad etc.. tonteaban, reian charlaban a veces en voz muy alta, con la peculiaridad de que lo hacian en una sala en la que habia gente agonizando.

Habia enfermeras/os; que dejaban muy claro que no eran auxiliares, esto lo hacian quejandose todo el tiempo de las condiciones laborales, y negando varias veces asistencia mingitoria ( es decir la cuña) a las señoras de avanzada edad, alegando muy solicitas "yo no pongo cuñas, ese no es mi trabajo".

Habia medicos ; Residentes o no que miraban a los enfermos y se comportaban como troncos sin manos, brazos cruzados y mirada altiva, daban diagnosticos catastrofistas ante la atonita mirada de los enfermos que debian pensar "Coño!! que no estoy sordo y este tio me acaba de decir a la cara que no tengo salvacion" asi sin mano izquierda ni preparacion psicologica. Ay madre, cuanto daño ha hecho a la medicina publica ciertas series americanas de doctores bellisimos por los que las estudiantes bebian lo vientos y otras de doctores despiadados que simulan no tener sentimientos para dejar en primer plano su inteligencia inigualable.

Señores, doctores, enfermeras y estudiantes, siento traerles una mala noticia, ustedes estan hechos de la misma materia prima que esas personas ancianas que necesitan de su atencion y su humanidad, y si todo va bien, quiero decir si llegan a ser viejecitos, quizá un dia enfermen y se vean en esas camillas y necesiten de la asistencia de un estudiante, un auxiliar, una enfermera y un doctor y quiza cuando estando en el otro lado escuchen a alguien que se niega a ayudarle a orinar, descubran lo absurdo de sus problemas laborales, que no dudo los tengan y serios, ante un problema , tan basico y humano como necesitar asistencia para hacer sus necesidades y que les sea negada.


Asi pues a todo el personal sanitario le deseo; a los estudiantes que aprueben, a las enfermeras que consigan sus mejoras laborales, y a los medicos que singan tan bellos , hermosos y sabios como hasta ahora, pero que en algun momento de su vida puedan entender que son humanos como sus enfermos y que esas personas se sienten protegidas y ayudadas cuando obtienen una sonrisa o se les trata con respeto.


Espero que las nuevas generaciones de doctores y enfermeras , sean mas humanas, y mis respetos y admiración a todos aquellos que a dia de hoy ya lo son , pues en el penar de la sala A encontramos personas que realmente merecian la pena, eran unos/as profesionales, y el resto, despreciaba por ello, mucho animo.